La coccidiosis representa hoy en día la parasitosis más frecuente diagnosticada en el conejo, con una mayor incidencia en las tres primeras semanas después del destete.
Si tu conejo tiene diarrea debes actuar rápido. La diarrea es muy peligrosa, sobretodo en gazapos y puede acabar con la vida de nuestro conejo en tan solo unas horas.
Si hace poco que has adquirido a tu gazapo (menos de 2 semanas) y tiene abundante diarrea, además de perdida de apetito y apatía, es muy probable que tenga una infección por coccidios.
Cuando nos encontremos ante un gazapo con diarrea, es de vital importancia llevarle a un veterinario especialista en exóticos lo antes posible, para que determine mediante un análisis coprológico si nuestro conejo tiene coccidios, qué especie y en qué cantidad.
Esto es lo que observaremos en el análisis:
Hoy en día, pocos veterinarios saben tratar una coccidiosis en un gazapo como es debido, así que debemos prestar especial atención al tratamiento que nos dé.
Para eliminar los coccidios necesitaremos un antibiótico, los más eficaces son las sulfamidas (bajo medicamentos como: septrin, finicoc, baycox, …).
El conejo no morirá de la coccidiosis en sí, mueren por deshidratación e infección bacteriana secundaria. Los principales peligros de la diarrea en gazapos son la deshidratación y la enterotoxemia. Cuando la diarrea es severa desarrollan intususcepción, el intestino se pliega dentro de si mismo (como al cerrar una antena de coche cuando una parte se desliza dentro de la otra) cosa en extremo peligrosa.
- Para evitar la deshidratación deberemos inyectar una mezcla de suero glucosado y lactato de ringer (50-50) tan a menudo como nos indique el veterinario. Si no encontramos lactato de ringer, haremos la mezcla con suero glucosado y suero normal, el suero glucosado solo es hipertónico y podría dañar las células.
- Para evitar una intoxicación deberemos asegurarnos que el conejo come. En casos graves de coccidiosis, los conejos dejan de comer y beber, por lo tanto deberemos obligarle. Le daremos papilla de cereales para bebé mezclada con agua, y si podemos, trituraremos alguna verdura y la añadiremos. Le daremos esté puré 3 veces al dia, 20 ml por toma (en total 60 ml, podemos repartirlos entre más tomas). Si le estamos pinchando suero, que beba agua o no, no es tan importante.
Dejaremos a su disposición tanto pienso como agua fresca por si le apeteciera comer o beber a él solo.
Es muy importante tener en cuenta que salvar un gazapo con una coccidiosis grave es difícil, pero no imposible, aunque tendremos que dedicarle 24 horas al día, levantarnos por la noche para hidratarle y limpiar las defecaciones lo más a menudo posible ya que si se limpiara y se comiera la diarrea, volvería a reinfectarse.
Después de una semana deberían notarse mejorías, si el conejo sigue igual, pediremos un segundo análisis coprológico para observar si ha habido una disminución de la infección y si los coccidios que se ven están dañados. En caso de no haber ninguna mejoría, se cambiaria el tratamiento y se usaría otra sulfamida.
La coccidiosis del conejo está producida por protozoos del Phylum Apicomplexa, clase Sporozoea, subclase Coccidia,familia Eimeridae y género Eimeria. Las infecciones pueden estar causadas por más de una especie.
Especie Localización Poder patógeno Prevalencia Clínica
Especies de Eimeria parásitas del conejo
Si tu conejo tiene diarrea debes actuar rápido. La diarrea es muy peligrosa, sobretodo en gazapos y puede acabar con la vida de nuestro conejo en tan solo unas horas.
Si hace poco que has adquirido a tu gazapo (menos de 2 semanas) y tiene abundante diarrea, además de perdida de apetito y apatía, es muy probable que tenga una infección por coccidios.
Cuando nos encontremos ante un gazapo con diarrea, es de vital importancia llevarle a un veterinario especialista en exóticos lo antes posible, para que determine mediante un análisis coprológico si nuestro conejo tiene coccidios, qué especie y en qué cantidad.
Esto es lo que observaremos en el análisis:
Hoy en día, pocos veterinarios saben tratar una coccidiosis en un gazapo como es debido, así que debemos prestar especial atención al tratamiento que nos dé.
Para eliminar los coccidios necesitaremos un antibiótico, los más eficaces son las sulfamidas (bajo medicamentos como: septrin, finicoc, baycox, …).
El conejo no morirá de la coccidiosis en sí, mueren por deshidratación e infección bacteriana secundaria. Los principales peligros de la diarrea en gazapos son la deshidratación y la enterotoxemia. Cuando la diarrea es severa desarrollan intususcepción, el intestino se pliega dentro de si mismo (como al cerrar una antena de coche cuando una parte se desliza dentro de la otra) cosa en extremo peligrosa.
- Para evitar la deshidratación deberemos inyectar una mezcla de suero glucosado y lactato de ringer (50-50) tan a menudo como nos indique el veterinario. Si no encontramos lactato de ringer, haremos la mezcla con suero glucosado y suero normal, el suero glucosado solo es hipertónico y podría dañar las células.
- Para evitar una intoxicación deberemos asegurarnos que el conejo come. En casos graves de coccidiosis, los conejos dejan de comer y beber, por lo tanto deberemos obligarle. Le daremos papilla de cereales para bebé mezclada con agua, y si podemos, trituraremos alguna verdura y la añadiremos. Le daremos esté puré 3 veces al dia, 20 ml por toma (en total 60 ml, podemos repartirlos entre más tomas). Si le estamos pinchando suero, que beba agua o no, no es tan importante.
Dejaremos a su disposición tanto pienso como agua fresca por si le apeteciera comer o beber a él solo.
Es muy importante tener en cuenta que salvar un gazapo con una coccidiosis grave es difícil, pero no imposible, aunque tendremos que dedicarle 24 horas al día, levantarnos por la noche para hidratarle y limpiar las defecaciones lo más a menudo posible ya que si se limpiara y se comiera la diarrea, volvería a reinfectarse.
Después de una semana deberían notarse mejorías, si el conejo sigue igual, pediremos un segundo análisis coprológico para observar si ha habido una disminución de la infección y si los coccidios que se ven están dañados. En caso de no haber ninguna mejoría, se cambiaria el tratamiento y se usaría otra sulfamida.
La coccidiosis del conejo está producida por protozoos del Phylum Apicomplexa, clase Sporozoea, subclase Coccidia,familia Eimeridae y género Eimeria. Las infecciones pueden estar causadas por más de una especie.
Especie Localización Poder patógeno Prevalencia Clínica
Especies de Eimeria parásitas del conejo
Especie | Localización | Poder patógeno | Clínica | |||
|
|
No patógena | ||||
E. exigua | Íleon | levemente patógena | No diarrea | |||
E. perforans | Yeyuno | levemente patógena | Ligera disminución crecimiento | |||
|
Íleon | levemente patógena | No diarrea | |||
E. media | Duodeno, yeyuno | patógena | Diarrea, retraso crecimiento | |||
E. magna | Yeyuno, íleon | patógena | Diarrea, retraso crecimiento | |||
E. irresidua | Íleon | patógena | Diarrea, mortalidad | |||
E. piriformis | Ciego, colon-recto | patógena | Diarrea, mortalidad | |||
E. stiedai | Conductos biliares | patógena | Disminución crecimiento, pérdida de peso, mortalidad | |||
E. intestinalis | Yeyuno, íleon | muy patógena | Disminución ganancia de peso | |||
E. flavescens |
|
muy patógena | Diarrea, alta mortalidad |
(Coudert y col., 1993).
Cualquier tipo de estrés puede hacer que aparezca un brote de coccidiosis, no sólo en conejos jóvenes, recién destetados, sino también en animales mayores que han estado en contacto con los parásitos.
Las mayores pérdidas se producen cuando las madres eliminan gran cantidad de ooquistes durante la lactación, lo que favorece la presencia de infecciones elevadas en los gazapos.
En los nidos de cría se producen unas condiciones de humedad y temperatura muy favorables para la supervivencia y la esporulación de los ooquistes, ya que los principales factores que determinan el grado de contaminación del medio son la temperatura, la humedad y la oxigenación, condiciones adecuadas para que un elevado porcentaje de ooquistes completen la fase de esporogonia y sean infectantes para un hospedador a los 2-3 días después de ser eliminados en las heces de los animales parasitados. (Gómez Bautista, 1999).
Los animales más jóvenes están más afectados por la coccidiosis que los adultos, sobre todo por la influencia que la inmunidad tiene sobre las reinfecciones. Sin embargo, como señalan Coudert y col. (1991) los gazapos lactantes, en las condiciones normales de cría, tienen resistencia natural a la infección antes de los 20 días de edad. Como ocurre en otras especies animales, la infección por Eimeria spp. no provoca inmunidad cruzada, por lo que la protección es específica y no actúa frente a otras especies del género.
En el ciclo biológico de estos parásitos se incluyen dos fases:
•Una fase interna, siempre dentro de una célula epitelial, al final de la cual se eliminan ooquistes al medio ambiente en las heces de los animales, y en la que hay dos tipos de multiplicación: esquizogonia y gametogonia.
•Una fase externa, durante la cual los ooquistes se hacen infectantes mediante la llamada esporogonia o esporulación, siempre que encuentren condiciones favorables de humedad, temperatura y oxigenación.
Los coccidios se reproducen tanto de forma asexual como sexualmente. El ciclo, una vez dentro del conejo, se inicia con la reproducción asexual y posteriormente se realiza la reproducción sexual con la consecución de esta segunda fase se producen los ooquistes que son las formas infectantes de este parásito, las cuales se eliminan con las heces.
Los conejos se infectan por ingestión de los ooquistes esporulados, que contienen en su interior 8 esporozoítos. En el aparato digestivo de los animales quedan libres los esporozoítos que penetran en las células epiteliales.
DIARREAS: según las especies, aparecen entre el 4º y 6° día después de la infestación-o sea desde la ingestión de ooquistes esporulados-; la gravedad máxima está entre el 8°y 10º día, cediendo 3 ó 4 días más tarde.
PÉRDIDA DE PESO: este hecho se da de forma paralela a la aparición de diarreas. Durante 2 ó 3 días disminuye apetito, el desarrollo y es incluso posible que los animales pierdan hasta un 20 % de su peso en 3 días; posteriormente los gazapos se restablecen y vuelven a su crecimiento normal.
MORTALIDAD: se presenta de forma limitada entre los 3 y 4 días, y de forma grave e intensa alrededor del 10° día después de la infestación.
EXCRECION DE OOQUISTES: Se produce ulteriormente una vez ha finalizado el ciclo. La presencia de abundantes ooquistes se interpreta como que existe una presión infecciosa importante o por la presencia de coccidios de ciclo rápido.
Hay dos formas de coccidiosis, la hepática y la intestinal.
Coccidiosis hepática .
Está producida por E. stiedai que, como se ha dicho, parasita las células del epitelio de los conductos biliares. En nuestro país es menos frecuente que la coccidiosis intestinal. La infección por E. stiedai causa graves alteraciones y provoca lesiones que afectan al normal metabolismo del hígado y, en consecuencia, provocan un retraso del crecimiento y, en ocasiones, la muerte del animal parasitado. Sin embargo, es muy frecuente que pase desapercibida y que sea descubierta tras una necropsia, por el aspecto que presenta el hígado.
El conejo se infecta con ooquistes por vía oral, tras eclosionar liberan esporozoitos y se introducen por la mucosa intestinal y a través de sistema linfático llegan a hígado. En la fase sexual los ooquistes se eliminan por conducto biliar sin esporular, lo hacen en el ambiente a lo largo de dos días, por lo que la reinfección con cecotrofos no es posible. El tiempo que transcurre desde que el hospedador ingiere una forma infectante hasta la salida en heces es de 18 días.
Los signos clínicos pueden presentarse en la segunda semana después de producirse la infección, aunque algunas veces el animal muere sin que existan manifestaciones clínicas aparentes (Gómez Bautista, 1999).
En general, son frecuentes la inapetencia y el retraso en el crecimiento de
intensidad proporcional al grado de infección. Los animales con parasitación muy elevada presentan anorexia, meteorismo y diarrea que alterna con estreñimiento, . En infecciones masivas se produce la muerte durante las 2ª-3ª semanas después de la infección y unos días antes de Si la carga parasitaria es alta el animal puede mostrar ictericia y/o signos neurológicos asociados a una encefalopatía hepática. La enfermedad se produce durante la fase asexual. morir los animales pueden eliminar heces oscuras y malolientes debido a la alteración de la digestión de las grasas.
El diagnóstico de la coccidiosis hepática se puede hacer en la necropsia por la presencia de las lesiones características en el hígado.
Coccidiosis intestinal .
es la más frecuente y generalmente es producida por la Eimeria perforans Los síntomas principales de la coccidiosis intestinal son diarrea, a veces mucosa o hemorrágica, y deshidratación, pérdida de peso, disminución de la ingesta de pienso y agua y muerte de los animales afectados. Su acción patógena no sólo se debe a la mala conversión del alimento que ocasionan al modificar la motilidad intestinal y lesionar las células epiteliales que parasitan, sino también, a su acción favorecedora sobre la proliferación de E. coli, y a su participación en las enteritis multifactoriales.
En el desarrollo de la enfermedad, en condiciones naturales, están implicadas varias especies de coccidios, por lo que la sintomatología varía según las especies de Eimeria , la intensidad de la infección y la condición general de los animales parasitados. Al mismo tiempo, es frecuente el desarrollo de la flora bacteriana, Escherichia coli sobre todo, lo que complica y agrava los síntomas de la enfermedad. El primer síntoma visible es la diarrea que aparece entre el 4º y 6º día después de la infección, con un máximo desde el 8º al 10º día, y que luego disminuye durante tres o cuatro días (Lebas y col., 1997). También hay deshidratación que se puede apreciar por la persistencia de pliegues cutáneos. El diagnóstico clínico de la coccidiosis intestinal se hace en el laboratorio. El método de elección es la coprología, la búsqueda de coccidios en el contenido intestinal. La intesidad de infección se confirma con la cuantificación de los ooquistes presentes por gramo de heces. La identificación de la especie o especies involucradas no suele realizarse, aunque, resultaría de gran interés dados los diferentes poderes patógenos posibles, pero es difícil en ocasiones.
Cualquier tipo de estrés puede hacer que aparezca un brote de coccidiosis, no sólo en conejos jóvenes, recién destetados, sino también en animales mayores que han estado en contacto con los parásitos.
Las mayores pérdidas se producen cuando las madres eliminan gran cantidad de ooquistes durante la lactación, lo que favorece la presencia de infecciones elevadas en los gazapos.
En los nidos de cría se producen unas condiciones de humedad y temperatura muy favorables para la supervivencia y la esporulación de los ooquistes, ya que los principales factores que determinan el grado de contaminación del medio son la temperatura, la humedad y la oxigenación, condiciones adecuadas para que un elevado porcentaje de ooquistes completen la fase de esporogonia y sean infectantes para un hospedador a los 2-3 días después de ser eliminados en las heces de los animales parasitados. (Gómez Bautista, 1999).
Los animales más jóvenes están más afectados por la coccidiosis que los adultos, sobre todo por la influencia que la inmunidad tiene sobre las reinfecciones. Sin embargo, como señalan Coudert y col. (1991) los gazapos lactantes, en las condiciones normales de cría, tienen resistencia natural a la infección antes de los 20 días de edad. Como ocurre en otras especies animales, la infección por Eimeria spp. no provoca inmunidad cruzada, por lo que la protección es específica y no actúa frente a otras especies del género.
En el ciclo biológico de estos parásitos se incluyen dos fases:
•Una fase interna, siempre dentro de una célula epitelial, al final de la cual se eliminan ooquistes al medio ambiente en las heces de los animales, y en la que hay dos tipos de multiplicación: esquizogonia y gametogonia.
•Una fase externa, durante la cual los ooquistes se hacen infectantes mediante la llamada esporogonia o esporulación, siempre que encuentren condiciones favorables de humedad, temperatura y oxigenación.
Los coccidios se reproducen tanto de forma asexual como sexualmente. El ciclo, una vez dentro del conejo, se inicia con la reproducción asexual y posteriormente se realiza la reproducción sexual con la consecución de esta segunda fase se producen los ooquistes que son las formas infectantes de este parásito, las cuales se eliminan con las heces.
Los conejos se infectan por ingestión de los ooquistes esporulados, que contienen en su interior 8 esporozoítos. En el aparato digestivo de los animales quedan libres los esporozoítos que penetran en las células epiteliales.
DIARREAS: según las especies, aparecen entre el 4º y 6° día después de la infestación-o sea desde la ingestión de ooquistes esporulados-; la gravedad máxima está entre el 8°y 10º día, cediendo 3 ó 4 días más tarde.
PÉRDIDA DE PESO: este hecho se da de forma paralela a la aparición de diarreas. Durante 2 ó 3 días disminuye apetito, el desarrollo y es incluso posible que los animales pierdan hasta un 20 % de su peso en 3 días; posteriormente los gazapos se restablecen y vuelven a su crecimiento normal.
MORTALIDAD: se presenta de forma limitada entre los 3 y 4 días, y de forma grave e intensa alrededor del 10° día después de la infestación.
EXCRECION DE OOQUISTES: Se produce ulteriormente una vez ha finalizado el ciclo. La presencia de abundantes ooquistes se interpreta como que existe una presión infecciosa importante o por la presencia de coccidios de ciclo rápido.
Hay dos formas de coccidiosis, la hepática y la intestinal.
Coccidiosis hepática .
Está producida por E. stiedai que, como se ha dicho, parasita las células del epitelio de los conductos biliares. En nuestro país es menos frecuente que la coccidiosis intestinal. La infección por E. stiedai causa graves alteraciones y provoca lesiones que afectan al normal metabolismo del hígado y, en consecuencia, provocan un retraso del crecimiento y, en ocasiones, la muerte del animal parasitado. Sin embargo, es muy frecuente que pase desapercibida y que sea descubierta tras una necropsia, por el aspecto que presenta el hígado.
El conejo se infecta con ooquistes por vía oral, tras eclosionar liberan esporozoitos y se introducen por la mucosa intestinal y a través de sistema linfático llegan a hígado. En la fase sexual los ooquistes se eliminan por conducto biliar sin esporular, lo hacen en el ambiente a lo largo de dos días, por lo que la reinfección con cecotrofos no es posible. El tiempo que transcurre desde que el hospedador ingiere una forma infectante hasta la salida en heces es de 18 días.
Los signos clínicos pueden presentarse en la segunda semana después de producirse la infección, aunque algunas veces el animal muere sin que existan manifestaciones clínicas aparentes (Gómez Bautista, 1999).
En general, son frecuentes la inapetencia y el retraso en el crecimiento de
intensidad proporcional al grado de infección. Los animales con parasitación muy elevada presentan anorexia, meteorismo y diarrea que alterna con estreñimiento, . En infecciones masivas se produce la muerte durante las 2ª-3ª semanas después de la infección y unos días antes de Si la carga parasitaria es alta el animal puede mostrar ictericia y/o signos neurológicos asociados a una encefalopatía hepática. La enfermedad se produce durante la fase asexual. morir los animales pueden eliminar heces oscuras y malolientes debido a la alteración de la digestión de las grasas.
El diagnóstico de la coccidiosis hepática se puede hacer en la necropsia por la presencia de las lesiones características en el hígado.
Coccidiosis intestinal .
es la más frecuente y generalmente es producida por la Eimeria perforans Los síntomas principales de la coccidiosis intestinal son diarrea, a veces mucosa o hemorrágica, y deshidratación, pérdida de peso, disminución de la ingesta de pienso y agua y muerte de los animales afectados. Su acción patógena no sólo se debe a la mala conversión del alimento que ocasionan al modificar la motilidad intestinal y lesionar las células epiteliales que parasitan, sino también, a su acción favorecedora sobre la proliferación de E. coli, y a su participación en las enteritis multifactoriales.
En el desarrollo de la enfermedad, en condiciones naturales, están implicadas varias especies de coccidios, por lo que la sintomatología varía según las especies de Eimeria , la intensidad de la infección y la condición general de los animales parasitados. Al mismo tiempo, es frecuente el desarrollo de la flora bacteriana, Escherichia coli sobre todo, lo que complica y agrava los síntomas de la enfermedad. El primer síntoma visible es la diarrea que aparece entre el 4º y 6º día después de la infección, con un máximo desde el 8º al 10º día, y que luego disminuye durante tres o cuatro días (Lebas y col., 1997). También hay deshidratación que se puede apreciar por la persistencia de pliegues cutáneos. El diagnóstico clínico de la coccidiosis intestinal se hace en el laboratorio. El método de elección es la coprología, la búsqueda de coccidios en el contenido intestinal. La intesidad de infección se confirma con la cuantificación de los ooquistes presentes por gramo de heces. La identificación de la especie o especies involucradas no suele realizarse, aunque, resultaría de gran interés dados los diferentes poderes patógenos posibles, pero es difícil en ocasiones.