payda escribió:A Milú le cepillaba el pelo y les compraba piña natural todas las semanas, además les había comprado malta.
No sé igual si se le hubiese rapado el pelo...no sé, igual tampoco hubiese servido de nada. Además él no tenía falta de apetito e iba haciendo sus conguis hasta el sábado.

Yireth escribió:

payda escribió:A Milú le cepillaba el pelo y les compraba piña natural todas las semanas, además les había comprado malta.
No sé igual si se le hubiese rapado el pelo...no sé, igual tampoco hubiese servido de nada. Además él no tenía falta de apetito e iba haciendo sus conguis hasta el sábado.

Si no es por una cosa es por otra, siempre buscamos razones para culparnos por lo que hicimos o dejamos de hacer. No debes buscar ninguna razón puesto que es natural que tengan incomodidades estomacales (por llamarlo de algún modo) siempre le dabas lo más recomentable pero como todos estos peques, ellos no saben hablar y decirte, -ey, esta vez sí que tengo un bolón- asi que por favor recuerdate a ti misma que le has dado y lo has tratado más que como una amiga, como una madre. Te quiso y te querrá hayá donde esté.
Muchos ánimos y a cuidar de la pequeñaja que es un buen pilar.

... Esto es lo peor que puedes hacer: culparte

Yo perdí a mi pequeña y no hice más que culparme: y si la hubiera llevado antes al vete... si la hubiera obligado a comer más... si no le hubiera dado ese cachin de zanahoria... el pienso era malo...


Vamos que todo era culpa mia y por más que me decian yo era un mar de lágrimas que lloraba a la minima... Y ¿sabes? No fue ni es culpa de nadie. Nosotros somos personas por mucho que les queramos a veces no podemos preveer que sus problemas sean bolas de pelo ó simplemente gases. ¡si les pasa a los médicos con las personas y eso que hablan el mismo idioma!

Ara a cuidar mucho de Kayla que estará tristona... Los animales lo notan todo, mi gatita cuando Cleo se fue estuvo unos dias como decaida: apenas comía se pasaba las horas en mi habitación y a veces la veía como vigilando... Al poco comprendí que no era la única que echaba de menos a la pequeña. Mati, al ver la jaula vacia se puso a buscarla como loca por la casa y al no encontrarla se quedó en mi habitación por si yo la tenía escondida.