Ay Blas...
cuanto siento que en esta vida no hayas tenido oportunidad. Cuanto siento que sólo hayas recibido lo peor del ser humano, cuanto siento haber llegado demasiado tarde...
Gracias Yoli por hacer siempre un hueco más, por estar a su lado.
Esto hace que me sienta muy impotente y me repugnan mis congéneres.
Lo siento pequeño, adiós.