Ay, mi niña que es un amor. ¡Qué mona y qué maja!
Pues la he sacado unas horas a una terraza grandota
que tengo y se ha puesto a corretear como una loca
como si la conociera de toda la vida. Me ha dado miedo
que tanto correr le fuera mal para la pata porque la apoya.
Se lo ha pasado de bien, con la caseta, la hierba de gato
y cotilleando todo.
Me he cargado la cámara así que no puedo hacer fotos.
Luego la he sacado por el salón y lo primero que ha hecho
ha sido tumbarse en la colchoneta de Tobi (mi perro).
Cuando llegado Tobi a ver qué pasaba, ella tan tranquila.
Luego se acercaba a él a olisquear y no se asustaba, con lo
pesado que es Tobi.
Vaya que parece que ha vivido aquí toda la vida.
Ya la he metido a su jaula porque empezaba a cojear un poco.
Para que repose.
Es más rica...